sábado, 10 de junio de 2017

Acompañando viajeros (15)

10 de junio de 2017.- Escapada a Moscú, Polina, con su uniforme militar de capitana y su hermanita Masha nos reciben el el aeropuerto. Abrazos, presentaciones, besos, y traslado a mi casa en un microbús militar que trae Polina. descanso un momento, Polina, nos da unas pastas y un té y yo les doy una ellas dos los muchos regalos que les traigo (nunca irás a una casa en Rusia sin llevar algún regalo y nunca te irás de una casa en Rusia sin tomar el té y unas pastas, como mínimo).

Tomar el metro en Smolenscaya hasta Teatralnaya, vista del teatro Bolshoi atravesando la plaza Revoliutsii y caminamos hacia el Museo Estatal de Historia y Museo Bélico y la Plaza Roja, y directo al Kremlin. Entramos por la puerta principal y tenemos visita y nos guía Polina, que nos muestra la campana, el cañon,... Mientras les cuento a los niños lo de los gavilanes y halcones que ahuyentan a los cuervos que con su afición por los objetos brillantes picotean las doradas cúpulas de las iglesias del Kremlin y vamos a ver el sitio donde están a ver los halcones (también hay un gran búho entrenado para ahuyentar cuervos y que si es necesario se los come).


Paseo hasta la Catedral de San Basilio pasando delante del Mausoleo de Lenin. Visita del interior de la catedral.

Rapidito, rapidito que vamos a las galerías comerciales Gum y comemos en uno de sus restaurantes y damos una vuelta por las galerías y tiendas.

Otra vez en la Plaza, fotos con Polina. Masha corre persiguiendo a los niños y se lo pasan bien. Polina habla bastante bien español y habla con los padres y madres y Masha está aprendiendo español pues ella quiere hacer la carrera diplomática y quiere saber muchos idiomas.

Una vez visto en visita rápida (superrapida pero lo suficiente como para hacer entrar ganas de volver a Moscú otro día), seguimos nuestro paseo hasta llegar al río y damos la vuelta al Kremlin y desde el puente Bolshoy Moskvoretskiy vemos la universidad estatal, Catedral de Cristo Salvador (sede del Patriarcado de Moscú) y una vista panorámica de la ciudad gracias al gran espacio vacío de edificios que es el río.



Paramos en un bar a merendar mientras Polina va a recoger el microbús para dar una vuelta por la ciudad y su gran centro de negocios. Y directo al aeropuerto. Besos despedidas, Masha y yo llorando y vuelta a San Petersburgo.

Pondré entrada sobre mis amigas Polina y Masha Vólkova en la página de "Amigos". 





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