jueves, 8 de junio de 2017

Acompañando viajeros (13)

8 de junio de 2017.- Visita a los jardines y al Palacio de Peterhof. Hasta la Revolución de Octubre de 1917 este Palacio, situado junto a la orilla del Golfo de Finlandia, fue la residencia de verano de los zares. En el año 1918, fue transformado en museo.

Durante la Gran Guerra Patria (Segunda Guerra Mundial) estuvo ocupado por las tropas alemanas. Antes de su llegada se pudieron recoger y trasladar más de 8000 objetos de arte y decoración y cerca de 50 estatuas. las tropas alemanas destruyeron practicamente todo el palacio y edificios anexos. Después de la guerra se empezó a restaurar el Palacio de Peterhof y aún hoy continúan las obras, exteriormente se halla enteramente restaurado pero en el interior existen muchas salas que todavía se deben restaurar. En 1945 se terminaron los jardines y el parque y se reconstruyeron las fuentes, alguna de las cuales en base a fotografías (la fuente Sansón) pues los alemanes la robaron. En el 52 se empezó la reconstrucción del Palacio Grande y desde 1964 se reabrió el museo.


Comemos en el restaurante Palacio de Verano que es típico restaurante con salas inmensas para bodas y banquetes con una carpa exterior para aperitivos y encuentros pero que es muy bonito el edificio y los interiores y tiene zonas para atender comidas diarias cuando no hay grandes celebraciones. Pedimos una gran bandeja de pescados ahumados y caviar.

Después del almuerzo nos dirigimos a la isla de Kronstad para una visita rápida a la base naval acompañados de mi amigo Pavel Rizhov que recogemos en el camino.

Pavel es un buen amigo que conocí en Kaliningrado cuando yo vivía allí (de 2009 a 2014) hasta que ya fui a Barcelona. En Kaliningrado yo compartía casa con Pavel y otros dos marinos de la Marina de Guerra rusa.

En Kronstad vemos la Catedral Naval de San Nicolás y visitamos una impresionante fragata de combate. 




Después, a media tarde, regresamos a San Petersburgo y después de merendar en un bar junto a la plaza de Nicolás I, con la estatua ecuestre de dicho zar y frente a la catedral de San Isaac, donde hemos dejado el minibús, iniciamos un paseo por esta parte de la ciudad (al sur del río) hasta la Avenida Nevski.

Cena en el hotel y descanso. Para mañana tengo preparada una sorpresa para mis viajeros papás y mamás pues les compré entradas para el ballet El Cascanueces en el teatro Mariinski. Es a las 5 de la tarde y mientras, Nástya y yo, con los niños iremos a casa de los padres de Nástya que al lado hay una hípica con ponis y un gran parque de atracciones porque hay montada una feria pues es la fiesta del distrito.

Durante la merienda los niños tomaron sushki que les hizo gracia que vinieran atados con una cuerda y que algunos niños rusos se los colgaban del cuello a modo de collar y les prometi que pondría la receta, que ya he hecho:





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