Respetar
la naturaleza supone cambiar nuestra forma de vivir y nuestra actitud
respecto del mundo y de nosotros mismos, creando o potenciando
hábitos saludables para nuestro planeta.
Reduce,
reutiliza, recicla. Un clásico que no se puede olvidar.
El
Hombre puede medir el valor de su propia alma en la
mirada agradecida que le dirija un animal al cual ha socorrido.
La
mayor amenaza para nuestro planeta es pensar que otros lo salvarán
(Robert Swan).
La
mayor amenaza para nuestro planeta es pensar que yo sola no puedo
hacer nada para evitar su destrucción (Irina Marinova).
Sólo
cuando el último
árbol esté muerto,
el último río envenenado, y el último pez atrapado, te darás
cuenta que no puedes comer dinero.
La
tierra no es herencia de nuestros padres sino préstamo de nuestros
hijos.
Una
sociedad crece bien cuando las personas plantan árboles cuya sombra
saben que nunca disfrutarán.
Durante
centenares de miles de años, el hombre luchó para abrirse un lugar
en la naturaleza. Por primera vez en la historia de nuestra especie,
la
situación se ha invertido y hoy es indispensable hacerle un lugar a
la naturaleza en el mundo del hombre.
Hay
suficiente en el mundo para cubrir las necesidades de todos los
hombres, pero no para satisfacer su codicia.
Abusamos
de la tierra porque consideramos que nos pertenece. Cuando la veamos
como una comunidad a la que nosotros pertenecemos, puede que comencemos a
usarla con amor y respeto.
El
mundo que compartimos nos ha sido dado en confianza. Cada decisión
que hacemos respecto a la tierra, aire y agua que nos rodean deberían
ser tomadas con el objetivo de preservarlas de todas las generaciones
que vienen.
Nuestro
problemas de residuos no es solo culpa de los productores. Es culpa
de una economía que es derrochadora desde arriba hasta abajo -una
simbiosis de codicia ilimitada en lo alto y consumidores perezosos,
pasivos y autoindulgentes en lo más bajo- y todos nosotros estamos
involucrados en ella.
Parece
haber una profunda costumbre en nuestra cultura de tirar cosas que se
pueden reutilizar. La madre naturaleza no tira cosas. Los árboles
muertos, pájaros, escarabajos y elefantes son reciclados rápidamente
por el sistema.
Lo
único que no puedes reciclar es el tiempo perdido.
Utiliza
productos de limpieza biodegradables. Piensa que el agua que baja por
tus desagües finalmente correrá por arroyos y bahías.
No son solo frases. Para nada Irina. Cada una encierra un mensaje importante y real.
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