Bicicleta. Ante
el problema del calentamiento global, el tráfico, las constantes
alzas de los precios de los combustibles, los costos de
estacionamiento y las distancias, la contaminación atmosférica y
acústica, etc., es normal la tendencia en cualquier región, ciudad
o país, a buscar una alternativa al automóvil, que sea más
amigable con el medio ambiente y económico. Por estas razones,
creemos que la bicicleta representa un estilo de vida, que rompe la
visión de las sociedades, que se han caracterizado siempre por la
dependencia del automóvil.
Bicicleta y contaminación. Hoy
en día, la bicicleta ya no es solo un deporte, un hobbie o un simple
medio de transporte... la bicicleta es mucho más que eso, es una
forma concreta de ayudar al medio ambiente. Esta realidad, ha
transformado a la bicicleta en uno de los principales medios de
transporte ecológico.
Montar
en bicicleta ayuda a disminuir la congestión de las calles; ayuda a
tener una mejor calidad de vida a través del ejercicio, ayuda a no
contaminar el aire ya que no emite ninguno de los gases que afectan a
la calidad del aire urbano, hecho que ayuda a reducir los niveles de
contaminación en la ciudad; ayuda a darle un respiro a la gente,
sobre todo en ciudades con alto tráfico y contaminación acústica;
ayuda a potenciar el cambio climático, puesto que no emite gases de
efecto invernadero; etc.
Bicicleta y salud. Los
beneficios en la salud del uso de la bicicleta en la ciudad son
incuestionables. Como cualquier medida que suponga un incremento de
la actividad física de intensidad moderada, se ha observado una
mejora de la salud de los ciclistas urbanos al cambiar el coche, la
moto o el transporte público por la bici o caminar. Entre otras
cosas se ha observado una reducción de infartos de miocardio e
ICTUS, mejora del ánimo, reducción de estrés, mejora del control
de la diabetes, reducción de peso, de la tensión arterial; mejora
en el funcionamiento del sistema inmunitario, efecto antitumoral y
antinflamatorio general; reducción de la osteoporosis, mejoras de la
memoria y reducción de la incidencia de cánceres... Curiosamente,
según un estudio publicado en el British Medical Journal (BMJ), la
reducción en el numero de infartos e ICTUS fue mucho mayor en
hombres que en mujeres, en las que la influencia era mayor en la
mejora del estado de ánimo. El ejercicio físico es la medicina
perfecta.
Bicicleta y relajación. Usar
la bicicleta forma parte de la filosofía del movimiento
slow (slow
food, slow work, slow freetime, slow life...) y por supuesto de las
Slow Cities. Cualquiera que haya circulado en bicicleta habrá
sentido como su mente se relaja. Salir del trabajo y que te de el
aire de camino a casa, esa sensación de circular a baja velocidad,
viendo el sol, los árboles y el discurrir de la vida... O un paseo
en bici el fin de semana con los
amigos ..…
uno no se da cuenta de lo saludable que es hasta que comienza a
hacerlo. La bicicleta relaja, nos desconecta de la rutina diaria, en
comparación con ir aprisionados en el metro respirando un aire
viciado, que puede contener hasta 10-15 veces más concentración de
contaminantes que el de cualquier calle de la ciudad. Pruébalo!
Nunca volver del trabajo será lo mismo haciéndolo en bici.
Contaminación atmosférica/acústica y bicicleta. Sin
duda una de las mayores ventajas de la bicicleta es su contribución
a la reducción de la contaminación atmosférica y acústica en
nuestras ciudades. Cada persona que deja en casa la moto o el coche
contribuye a hacer la ciudad más amable, más vivible, con menos
gases tóxicos y menos ruido. El uso de la bicicleta debería estar
subvencionado ante las gran cantidad de beneficios que a porta a la
ciudad y a sus ciudadanos.
Seis beneficios de montar en bici. Montar
en bici es un deporte para todos los públicos. Se puede alcanzar un
alto rendimiento, o sencillamente obtener el placer de realizar
ejercicio o disfrutar en familia de forma moderada. Los límites de
esta actividad están en los que ponga quien lo practique. Sin contar
que es un medio de trasporte sostenible, cómodo y una buena forma de
divertirse.
Para
cualquier caso, practicante o no, el 19 de abril es un buen día para
coger la bici de casa y darse una vuelta. Una forma sana de
conmemorar el Día Mundial de la Bicicleta. Si no has empezado ya a
montar en bici, este es el mejor momento, por todas las ventajas que
ofrece:
- El pedaleo es un ejercicio cardiovascular. Con una hora de bicicleta al día quemarás cerca de 500 calorías. De hecho, es uno de las mejores actividades para quemar grasas y por tanto, luchar contra el colesterol, una de las primeras causas de enfermedad cardiovascular del mundo occidental.
- Montar en bici tonifica los músculos de las piernas, como los cuádriceps o los isquiotibiales. Si no tienes mucho tiempo para practicar este deporte, puedes ir al trabajo o de compras con una bicicleta de paseo.
- La posición de la espalda mejora. Y es que debido a la postura, levemente inclinada hacia delante sobre el manillar, fortalecemos los músculos de la zona lumbar de la columna, con lo que mejoramos la resistencia de la base de nuestra espalda y, a la larga, disminuimos la posibilidad de tener hernias. Eso sí, asegúrate de mantener una posición correcta en tu bici en todo momento.
- Fortalece las rodillas, una de las articulaciones que más sufre a la hora de hacer deporte. Gracias a la bicicleta fortaleces la musculatura que ejerce de sujeción de la rodilla, ya que en este ejercicio las rodillas no soportan el peso de todo nuestro cuerpo y, por lo tanto, no se ven tan castigadas como en otras actividades físicas, se trata de un deporte de bajo impacto.
- El ejercicio hace que desaparezca el estrés. Es un deporte que no requiere una altísima concentración ni una estrategia, ni pensar en los siguientes pasos, por lo que en la bici puedes dedicarte ese tiempo para ti, para pensar, para escuchar música o sencillamente para desconectar. Sobre la bici eres el dueño de tus pensamientos.
- Tu sistema inmunológico también notará los beneficios. Como casi todas las actividades físicas, favorece el fortalecimiento de nuestro sistema de defensas. Además, la actividad cardiovascular aumenta la segregación de endorfinas, la hormona de la felicidad, lo que hará que tengas una agradable sensación de satisfacción tras el ejercicio.
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