Insisto en las recetas de la cocina tradicional y moderna de la cocina rusa. Se trata, como no, de una sopa que, como ya dije referente a las sopas, resultan imprescindibles para una (al menos) de las dos comidas principales: El almuerzo o la cena.
En esta ocasión se trata de una receta imprescindible tanto para la estación otoño/invierno, como para esta época de problemas económicos que nos dejan pocos dineros en el bolsillo para hacer la compra y para gastar en productos más caros. Es una sopa que se prepara con pocos ingredientes y muy baratos y que es muy reconfortante para los fríos y lluviosos días invernales y además, alimenta lo suyo mucho. Espero que os guste.
SOPA DE JUDÍAS BLANCAS
Ingredientes:
- 1 bote de judías blancas en conserva (la sopa queda igual de buena con judías rojas, pintas o otras variedades
- 2 zanahorias
- 2 patatas
- 1 cebolla
- 1/2 vaso (125 ml) de salsa de tomate
- Sal, laurel, pimienta agua o caldo de verduras (con caldo de tetra-brik resulta más sabrosa)
Preparación:
- Ponemos la cazuela al fuego con el agua (o caldo si queréis un sabor más intenso)
- Cuando rompa a hervir añadimos la zanahoria, previamente rallada con un rallador de tamaño medio (como para ensalada), el laurel y los granos de pimienta al gusto.
- Cuando la zanahoria esté a medio hacer añadimos la patata. Ésta hay que rallarla con un rallador algo más grueso que el de la zanahoria o se puede cortar en cuadraditos pequeños.
- Mientras la zanahoria y la patata se están cociendo en el caldo, picamos la cebolla en cuadraditos pequeños y la doramos en una sartén.
- Cuando la cebolla quede doradita (ojo que no se queme) y esté blandita añadimos la salsa de tomate. Lo cocinamos junto en la sartén durante unos minutos para que se mezclen los sabores.
- Comprobamos que las verduras estén bien cocidas y le añadimos las judías. Éstas hay que lavarlas previamente para quitar el almidón y el líquido en el que vienen envasadas. Al lavarlas hace una espuma, pues bien, tenemos que enjuagarlas hasta que ya no salga esta espuma, así se quitan los sabores de los conservantes.
- Por último añadimos la cebolla con la salsa de tomate al caldo, sazonamos y lo dejamos que hierva a fuego medio durante 5 minutos para que se unan todos los sabores. Apartamos la cazuela del fuego y dejamos reposar la sopa antes de servirla.
Esta sopa en Rusia se sirve en cazuelitas de loza gruesa blanca que enfrían al principio pero mantienen el calor después. Aquí en España yo he encontrado unas pequeñas cazuelas de barro en las que esta sopa queda muy bien presentada.
Si has hecho demasiada sopa, guárdala en el frigorífico tapada y al día siguiente caliéntala en el microndas y está igualmente buena.
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