Unas
semanas más tarde me mandan un aviso que en el aeropuerto de
Barcelona me espera un avión para llevarme a Moscú. Es un business
jet de una compañía rusa
y
en él viajamos un empleado del Consulado
ruso de Barcelona al
que conozco por haber asistido a alguna fiesta en el Consulado,
una empleada de la Embajada
de Madrid y yo.
Paramos en Praga y recogemos a dos individuos
muy serios vestidos
al estilo “los hombres de negro” que
son de la embajada de allí y ya en Moscú me llevan a un hotel y al
rato de
llegar
me llama el Coronel Lébedev y me dice que mañana vendrán
a buscarme al hotel para llevarme al aeropuerto de Khukovskiy. Y
sí, al día siguiente, hacia media tarde, llega un coche con un chófer militar y me lleva a este aeropuerto.
Aquí
paro transitoriamente mi relato para comentar que el Coronel Lébedev ya está en la cafetería del aeropuerto con un civil al que me
presenta y por la conversación deduzco que han estado hablando de mi
y por tanto este señor (que resulta ser el director del aeropuerto)
ya sabe quién soy. Entonces va y me suelta directamente que quiere
contratarme para que haga de presentadora general o superazafata de
una gran feria internacional de la aviación militar y civil que se
monta cada año en este aeropuerto, se trata del MAKS-2017 para el 18
al 23 de julio ( https://www.aviasalon.com/en
) y yo le digo que sí sin dudarlo (ya tendré tiempo de ponerme
nerviosa y/o de arrepentirme después). Prosigo con el relato….
Al
llegar la noche observo que hay un avión cuatrimotor de hélice de
transporte militar de carga en la explanada, del poco original color gris que
utilizan los militares para esos aparatos, en el que están cargando
unas grandes cajas de madera de suministros y
cuando terminan nos llaman y subimos los cuatro únicos pasajeros: El
Coronel Lébedev, la Teniente Mayor Polina Vólkova,
un Sargento y yo (más
4 de tripulación).
El
viaje, de noche, es largo (no creo que este cuatrimotor de hélices
sea muy rápido) y por si los asientos resultan incómodos hay unos
colchones (yo creo que simplemente son grandes trozos de gomaespuma
para poner entre las cajas para
que éstas no choquen unas con otras)
para tumbarse. Como veo que ellos se disponen a dormir yo hago lo
mismo aunque
antes analizo a esos personajes disimuladamente.
El
Coronel no muy alto, delgado de piel muy blanca y siempre con una
sonrisa, el Sargento, inmenso, 1.90 de altura como mínimo y más de
85 kg de peso, de piel muy colorada y muy joven (unos 20 años) y la
Teniente Mayor fotógrafa, Polina de mi altura, alrededor de 1.70 y
55 kg de peso y de edad como yo?, sí, unos 26/28 años rubia muy
hermosa (mucho) y facciones muy agradables.
Sé
que me dormí un poco, como una hora y media hasta que el avión
empezó a saltar como si vas con el coche por una mala carretera
pero con la sensación de caída y de que mi ombligo subía y bajaba
por mi cuerpo. Y me dicen que me siente en unos incómodos asientos
de lona y me ate el cinturón.
Por la ventanilla (unas pocas ventanillas a cada lado tiene este
avión) la visión es de negro total es de noche y ni se ven
estrellas….
Empezamos
a hablar y a conocernos, Realmente el muchacho es bastante tímido
pero secunda los comentarios, el Coronel denota un gran conocimiento
de la cuestión aérea cuando nos explica que este avión es un
antiguo Antonov АН-12 y que ahora se quedaron las fábricas en
Ucrania.
Polina se sienta a mi lado y empezamos a hablar y enseguida a conocernos,
mi primera impresión es muy agradable, nos entenderemos !!!
Continuará.....
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