jueves, 23 de marzo de 2017

Irina en la cocina

Me encanta cocinar y siempre estoy ensayando recetas que me dicen o que por el gusto de un plato que he probado me la deduzco yo. La cocina es muy intuitiva y puedes cambiar cosas, sustituir elementos, saborizar con especies distintas de la receta, darte cuenta que hay elementos imprescindibles como el vino, el laurel o el clavo para ablandar las carnes de un guiso.
Por supuesto que sé hacer platos españoles como la fideuà o la paella que aprendí en Valencia cuando hice el documental de ficción para la promoción turística de la ciudad y que doblamos en español y en ruso (se emitió en muchos cines en Rusia).
También hago la carne en la barbacoa al estilo argentino para ternera (fuego suave y distante) o francés para el cordero (fuego fuerte). Sé hacer platos de la cocina catalana como Mar i Muntanya o Pollo con uvas. Domino la tortilla de patatas (que siempre queda mejor con cebolla) y muchas recetas de la cocina rusa y especialmente las sopas que a mi me encantan. 
En cambio la pastelería es más exacta y menos intuitiva, si no sigues la receta estrictamente te sale mal. Me gusta hacer pasteles con frutos del bosque
Y sí, la cocina me tranquiliza cuando estoy nerviosa o alterada y entonces canto en voz alta que hasta los vecinos se ríen de mí porque me oyen y me preguntan si voy al festival de Eurovisión jajajaj !!!
Hay un gato en el vecindario que siempre que me oye cantar salta la valla de detrás y viene a verme y quiere que le acaricie y se pone entre mis pies .... Al menos tengo un admirador !!!  

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